Los trastornos alimentarios, si no son tratados, pueden causar serios problemas de salud. En ningún caso, el hecho de tener alguno de estos síntomas confirma, por sí solo, que se padezca un trastorno alimentario.
- Necesidad de recibir la aprobación de los demás respecto a su persona.
- Preocupación constante por la comida (habla de peso, calorías, dietas...).
- Nervios a la hora de comer.
- Se menosprecian a sí mismos.
- Cambios bruscos de humor.
- Les resulta muy difícil enfrentarse a problemas o situaciones estresantes.
- Se preocupan en exceso por el peso y la figura.
- Disminución de su rendimiento.
- Obsesión con el ejercicio, tornándose en muchos casos, en un hábito compulsivo.
- Obsesión por pesarse constantemente.
- Presentan baja autoestima.
- Miedo a engordar.
- Pérdida del apetito sexual o la proliferación de relaciones promiscuas.
- Depresión.
- Pérdida de la sociabilidad, ya que sus hábitos alimenticios y de ejercicio interfieren con su vida cotidiana (trabajo, familia y amistades).